El hombre del banquito

Un señor se sube con un balde, al parecer de pintura, de color blanco. Nunca supe si el barril estaba lleno o vacío, ni porqué subió con él, siendo cerca de las nueve de la noche. Pide permiso, pasa entre la gente, llega al final, apoya el balde en el piso y se sienta. Y listo, se inventó un asiento más en el colectivo.
Eso es calidad. Calidad no es sentarse en el "apoya-pies" de los asientos del final, ni tampoco es sentarse en el bulto que se forma por culpa de las ruedas. Calidad es llevar el asiento a todos lados. Me lo imagino en la parada, también sobre su banquito, esperando el bondi.
¿Le dará alguna otra utilidad al balde? Quiero decir, no por llevar una vez un balde de un lugar a otro, a alguien se le ocurre usarlo como banquito. Noten que, además, se fue hasta el fondo para no molestar a quien quiera pasar por el medio, por lo tanto no era la primera vez que lo hacía.
Cuando sea grande, quiero ser el hombre del baldecito.
4 Comentarios:
Ahora que lo comentás en tu blog seguro que se pone de moda!!
:P
No todos son tan poco precavidos como para viajar sin su asiento preferido.
Aunque, yo usaría una pelela, es mas útil, se puede usar de asiento, y si a uno le agarra necesidades por la calle, se va a un lugar escondido, y bue...
Pasate por el mio =)
qué buena idea, claro hay que andar con el balde, pero bueno uno decidirá qué es lo mejor.
saludos,
Buskando un trabajo sobre los toxicos de la manzana me choke con esta pagina =/ interezante
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