sábado, noviembre 27, 2010

Alguien se olvidó la puerta abierta

Siguiendo con el espíritu de hacer ejercicio físico, moverse, subir las escaleras, mantenerse activo, etc., recién me pasó algo sobre lo que vale la pena reflexionar un poco.

Tocaron el timbre de mi departamento. Vivo en el tercer piso. Hola, sí? Hola, podés fijarte de cerrar la puerta del ascensor?

Esta joven mujer (lo noté por su voz) tenía tres alternativas

  1. Tocar el timbre a alguien del tercer piso totalmente al azar, ya que no tiene manera de saber quién dejó la puerta abierta, esperar a que dicha persona se calce, salga de su casa, cierre la puerta, esperar al ascensor a que baje y subir hasta su piso.

  2. Si vive en el primer o segundo piso (quiera Alá que ése no sea el caso), subir las escaleras.

  3. Si vive en un piso superior al tercero, subir las escaleras hasta el tercero y tomar el ascensor, o bien seguir por las escaleras hasta su piso (por la actitud de esta mujer esto último debería sonarles ridículo).



Debido a este comportamiento probablemente nunca suba las escaleras. Subirlas una vez es tan terrible? Hubo una época con edificios de siete u ocho pisos donde no existían ascensores. En Francia me alojé en el octavo piso de un departamento sin ascensor, nunca me sentí mejor. Tan terrible es, una vez cada tanto, subir las escaleras?

Pero... quizás tenía bolsas de compra. Quizás estaba en medio de una mudanza. Quizás tenía que arrastrar a cuestas a su novio borracho. Quién sabe?