miércoles, septiembre 23, 2009

Lo difícil de conseguir un lugar en París

París es una ciudad tan linda y con tantos turistas visitándola todo el tiempo que uno piensa que es difícil conseguir un lugar para vivir allá. Y es así, pero no por esa razón.

Dentro de una semana me voy a París por tres meses. Ganas de cambiar un poco de aire, hablar francés, conocer otra cultura. Estoy buscando un departamento para compartir con alguien. Hay varias páginas en internet donde la gente se registra y publica anuncios de búsqueda, tanto si tenés un departamento y querés compartirlo con alguien como si no tenés uno y estás buscando compañía. Y la situación para un hombre está muy complicada. La gran mayoría de los anuncios, diría un %95, cae en una de estas categorías:

  1. Mujeres que buscan mujeres

  2. Hombres heterosexuales que buscan mujeres heterosexuales

  3. Hombres homosexuales que buscan hombres homosexuales

  4. Hombres bisexuales que buscan hombres (sin importar su orientación sexual)

  5. Hombres que no indicaron su orientación sexual que buscan hombres (sin importar su orientación sexual)



Van a tener que perdonarme, pero no me animo a mandarles un mensaje a los hombres de los puntos cuarto y quinto. ¡Sobre todo los del quinto punto no merecen un mensaje de nadie! ¿No indicar mi orientación sexual, buscar hombres y pretender ser heterosexual y que, ups, no le presté atención a ese campo que había que completar en la registración? No lo creo...

Espero encontrar algo pronto o de lo contrario me veré obligado a cambiar de aire, sí, pero de otro modo...

domingo, septiembre 20, 2009

La vida sin sentido

Tengo hiposmia: disminución del olfato. No huelo las cosas como las huelen las demás. Siento menos. Me di cuenta de esto hace poco. ¿Cómo darme cuenta? Tener poco olfato no repercute demasiado en la vida de uno. Pueden compararlo con ver los colores como otros colores. Ver el rojo como azul. Ver el azul como verde. Uno puede vivir la vida así y morir sin jamás enterarse que vio los colores cambiados. Lo mismo me pasó con mi sentido del olfato hasta que un día lleve quesos bastante fuertes de Francia a mi lugar de trabajo y sólo yo era el único que podía soportar su (apenas perceptible para mí) olor.

A partir de ese momento el pasado se volvió más claro para mí, más lógico. A continuación algunas anécdotas.

Cuando era chico pensaba que las mujeres tenían buen olfato y los hombres no. Pensaba que las mujeres eran seres mágicos con mejor sentido olfativo. Por eso se les regala flores, porque las pueden oler. Por eso usan ricos perfumes. De ellos sólo puedo sentir el olor a alcohol, también apenas perceptible. Por eso nunca me gustaron.

Algunas veces volvía a mí casa y mi viejo me decía "Ary, tu desodorante te abandonó". Realmente yo no sentía mi olor feo. No lo podía sentir. Así que si piensan que no poder oler los olores feos de basura, vómito y asquerosidad es una ventaja, la ventaja desaparece cuando esos olores pueden venir de uno mismo.

Luego me enteré que al parecer mi mamá también tiene hiposmia. Lo gracioso de esto es que ella me pedía oler comidas que quizás habían vencido, a ver si el olor que emanaban revelaba podredumbre. Yo olía y decía "está todo bien".

Algunas cosas las puedo oler bien, como el cigarrillo (malísimo), el café, o el olor a milanesas en el horno. Del resto me entero poco y nada.

¿Es muy terrible lo que tengo? Un poco. Si hay una pérdida de gas, no la puedo oler. Muchas veces estoy en la casa de alguien y dicen "se quema algo, hay olor a quemado". Yo jamás me habría enterado. Así que sí, puede ser peligroso. Por lo pronto es un poco triste perderme de tantos olores. A veces voy a comer a algún lugar con alguien y la otra persona dice "Ah, qué rico, ya se siente el olor a comida". Probablemente también eso afecte a mi sentido del gusto. Por ejemplo me cuesta mucho distinguir los ingredientes de un plato, cuando están mezclados.

Pero bueno, hay que ver lo positivo de las cosas, aprovecharé la ventaja de poder pasar sin miedo por lugares apestados y asquerosos.