viernes, febrero 25, 2005

De todo, un poco

¡Qué sueño tengo! Parece que si no duermo las ocho horas reglamentarias, al día siguiente estoy hecho pomada. Siento los ojos cansados, el cuello un poco doloroso y contracturado, y lo mismo va para la espalda. En el trabajo se me van las ganas de hacer lo que tengo que hacer y me pongo a chatear, a ver qué novedades hay en el mundo del Esperanto, quizás a traducir algunas cosas del Esperanto al castellano en el sitio Lernu! ahora que soy traductor, o sino jugar al Earthbound. Así es, es terrible lo que me provoca tener sueño.

Lo peor de todo es que no le doy bola, no le hago caso, lo ignoro. Le digo "Mirá, a mi no me vengas a tirar abajo, yo me quedo hasta las 2 de la mañana igual". Así al otro día me levanto a las 13 y me arrepiento, porque perdí una buena parte del día. Bueno, hablo del fin de semana, en la semana está claro que a las 10 suena el despertador, me levanto, prendo la computadora y mientras ésta se prende desayuno, y ahí nomás a enchufarme a la computadora.

Sí, no me miren con esa cara, a mi me gustaría levantarme, no se, a las 9 de la mañana y salir a correr, quizás ir a sacar fotos de la ciudad así se las mando a Agnieszka, mi amiga de Polonia. Sí, adivinaron bien, la conocí gracias al Esperanto, y le tomé bastante cariño. Ah, por si quieren chusmear las hermosísimas fotos de Polonia en invierno, acá hay una, acá hay otra, y aquí hay una, dos y tres. Claro que no tengo la más pálida idea de a qué partes de la ciudad les puedo sacar una foto, todo va a quedar pequeño e insignificante frente a las de Klapcia (su apodo).

Bueno, no se si notaron la pausa pero me levanté a buscar un vaso de vino. Riquísimo, se llama "Darom", es uno que siempre compran mis viejos, bastante dulce, delicioso. Se los recomiendo. Ahora... si son de esas personas que dicen "Ah, no, porque el vino es así y asá", ustedes se lo pierden.

Voy a hacer como Henry Miller en su novela "Trópico de Cáncer". En un momento dice "He decidido no corregir lo que ya escribí". Como si estuviera jugando una carrera, escribe como loco y no para. Es fantástico cómo escribe (o escribió, no se) ese tipo. Bueno, está traducido al castellano por un tal Manzano, o algo así, creo, pero supongo que es de Miller el mérito. Igual está complicada la novela... Por ahora viene a ser como un blog hecho novela, no hay nudo, parece un diario. Pero es tan entretenido leer lo que escribe y cómo lo escribe, que eso es la novela. Totalmente recomendable, al igual que el "Darom". Tendré que leer un poco más para ver si la cosa cambia... De la novela hablo, la estoy leyendo.

Bueno, por un momento decidí cambiar la modalidad de "pesamientos y quejas" de mi blog. Sí, son pensamientos, pero todos sueltos, no están ligados a una idea. Pero no importa, quizás resulte más entretenido. Al menos a mi me está resultando.

jueves, febrero 17, 2005

¿Bajás en esta?

Todos hemos escuchado esta pregunta al menos una vez, o la hemos hecho en el momento de querer uno bajarse de un colectivo. Y ocurre cuando una persona está bloqueando la puerta de salida del transporte y uno no está del todo seguro si esa persona se baja en la parada actual: por distraído no escuchó que este hombre ya tocó el timbre, o es cierto que éste no tiene asuntos en el lugar que se encuentra bajando del vehículo.

A mi me ocurre que cuando soy yo el que tengo que hacer la pregunta, si es que ya tocaron el timbre, me siento un poco tonto: ¿cómo no escuché el timbre, si yo también me bajo en esta parada? Por el contrario, cuando ya toqué el timbre y estoy ocupando la salida y alguien se me acerca a preguntarmelo, pienso: ¿cómo no escuchó el timbre, si también se baja en esta parada? ¿Qué tan distraído puede ser uno?

Lo que sucede a veces en estos casos es que el timbre se toca más de una vez en una misma parada, lo cual suele ser bastante molesto para el colectivero, que en varias ocasiones puede llegar a darse vuelta al grito de "¡Ya los esuchcé, infelices!".

Bueno, no se preocupen, encontré una solución para este problema que a muchos seguro nos hace doler la cabeza, y bastante. Sólo esta probado para colectivos en los cuales el botón del timbre se encuentra en una columna de la cual nos podemos aferrar. Es decir, en los cuales el timbre está suficientemente cerca. Se debe proceder del siguiente modo: tocar el timbre y luego, en lugar de agarrarse de cualquier parte de la barra vertical para no caerse, tapar el timbre con la mano. Las personas que quieran tocar el timbre para bajarse no lo van a encontrar inmediatamente, sino que luego de un tiempo notarán que usted lo está ocultando y comprenderán que usted ya lo tocó y sus intenciones son las de bajarse, y que usted les está por encima. Porque nadie puede ser tan ido al punto de tapar el timbre sin quererlo.

Repito, sólo funciona con esa clase de timbres. Los otros suelen estar en la pared, a una distancia considerable, y tenemos que ponernos en punta de pie para alcanzarlo o sino estirar completamente el brazo. Y es absurdo quedarse en esta posición sólo para ocultar el timbre: es preferible que a uno le hagan la pregunta.

Lamentablemente nada funciona en este mundo. Ayer cuando se me ocurrió lo implementé, y una señora, al no encontrar el timbre y darse cuenta de que yo lo estaba tapando, me preguntó "¿Bajás en esta?". Supongo que será cuestión de costumbre.

Traten ustedes de hacerlo y cuentenme sus resultados. Quizás logren ser un poquito más felices.

***
Y como ya hace mucho que no hablo del Esperanto, les voy a decir como se dice "parada" (de taxi, de colectivos, etc). La parada es un lugar apropiado para parar: allí para el vehículo. Pararse, o detenerse, se dice "halti" en Esperanto. Parecido a "halt" en inglés (y seguro a muchos otros idiomas también). El sufijo "-ej-" convierte a una palabra en un lugar adecuado para la raíz. Y la terminación "o" es de sustantivo. Por lo tanto, y si prestaron atención, "haltejo" (halt-ej-o) significa parada.

viernes, febrero 11, 2005

De relojes

Hace algunos días fui al cine a ver "Mente Siniestra" ("Hide & Seek". De paso, malísima la traducción). Quien la haya visto seguro se acordará del reloj que marcaba las 2:06 de la mañana. Ese reloj es de la misma especie que este, este y este. Apenas lo vi me acordé de haberlo visto en otra pelíucla: "El Día de la Marmota" ("Groundhog Day"). Y también hace un par de semanas lo vi en otra película, haciendo zapping (sólo vi el reloj en la película y una escena en la que una mujer está andando en moto, y nada más). El reloj se distingue del resto porque cada número se encuentra en dos paletas, una superior y otra inferior, y cuando pasa un minuto algunas paletas superiores caen y se forma otro hora: la hora que corresponde a sumarle un minuto a la hora anterior. Ahora bien, la duda que me surgió al ver esta película fue: ¿porqué usaron esa clase de reloj en ambas películas?

Por suerte hoy comencé a estudiar "Producción de Películas" y, de pura casualidad, en la materia "Cómo equipar una casa en una película" nos hablaron de varios muebles, cuadros y formas de pisos que convenía utilizar de acuerdo al género de la película. No pudiendo contener mi curiosidad descargué mi duda al profesor. Lo que me respondió inteligentemente fue:
En ambas películas se usó ese reloj porque el efecto que ocurre cuando pasa un minuto, pasado en cámara lenta y terminando con un sonido pesado (el que hacen las paletas al caer) deja la sensación de que esa hora en particular tiene bastante peso, bastante gravedad. En "El Día de la Marmota", nos indicaba que nuevamente el personaje principal iba a encontrarse en el mismo día; en "Mente Siniestra", que algo horrible ocurrió en la casa.
Brillante, impecable fue su respuesta. "Claro que, si me van a explicar esta clase de pavadas en esta carrera", pensé, "mejor me dedico a otra cosa más interesante". Así que abandoné la carrera el mismo día que la empecé.

Ah, sí. Conté una parte de la película. Igual, no vale la pena verla, apesta, así que no hay problema. Ojo, estoy hablando de "Mente Siniestra". Voy a suponer que quien está leyendo esto ya vio "El Día de la Marmota" porque es una excelente película.

Por último dejo un ejercicio a mis lectores: dejarme en los comentarios ejemplos de otras películas en donde aparezca el reloj de paletas. Si al cabo de un tiempo este post sigue sin comentarios, sabré que a nadie se le ocurrió o que no existe tal película. Me es inaceptable el hecho de saber que nadie quiere dejar comentarios en mi blog.